Las redes de la Economía Social y Solidaria que conforman REAS y los diferentes Mercados Sociales del Estado español realizan anualmente una auditoría social para evaluar el compromiso con los criterios básicos de la ESS y mostrar su grado de cumplimiento a otras entidades, a consumidoras asociadas y al público en general. A través de esta herramienta, la Economía Solidaria analiza la aplicación de los principios que todas asumimos, ofrece resultados de forma transparente y muestra a la sociedad las mejoras que, desde el seno de nuestra actividad diaria, aportan REAS y Mercados Sociales a la transformación del modelo económico vigente. Por eso, decimos que, con el Balance Social, la Economía Solidaria enseña el corazón.
Este es el primer año completo que formo parte como entidad proveedora del Mercado Social de Madrid, por lo que había que enseñar el corazón como uno de los compromisos adquiridos al formar parte de la iniciativa. El proceso (que ya conocía antes por participar también desde La Ínsula en el Mercado Social) se basa en rellenar un cuestionario en el que se hacen preguntas cubriendo todos los aspectos de la actividad de cada entidad, para evaluar todos los aspectos solidarios y su nivel de cumplimiento: equidad de género, horizontalidad en la toma de decisiones interna, política de lucro y de remuneración, compromiso con el medio ambiente…
En mi caso, al ser un autónomo por cuenta propia el análisis es bastante más reducido, ya que no entran en juego ninguna de las variables de funcionamiento interno de una entidad colectiva, con lo que el balance social es muy sencillo de realizar. En estos casos se evalúa la cooperación con otras entidades, así como servir de ejercicio de transparencia hacia afuera sobre la actividad profesional.
Además, cada año hay que destacar un logro que se haya conseguido en cuestiones de la economía social y solidaria, y marcarse un reto para el año siguiente. Esta información queda reflejada en el sello de Balance social, que queda como reconocimiento de haber realizado ese año el gesto de enseñar el corazón.